La obra monumental y efímera de Miquel Barceló, Le Grand Verre de terre / Vidre de Meravelles, fue presentada en febrero de 2016 en las cristaleras de la Biblioteca Nacional de Francia (BnF). Este fresco de 190 m de largo por 6 m de alto se realizó in situ rascando arcilla seca previamente esparcida en los cristales de vidrio del patio interior de la biblioteca.
Esta original técnica se inspira en la gruta de Chauvet en el sur de Francia. Barceló subrayó la importancia de la representación de la individualidad de cada animal dibujado en esta cueva milenaria. No es tanto la técnica lo que nos lleva al imaginario de la caverna, sino más bien la materia y cómo esa materia se transforma en imagen.
A través de los diferentes tonos de transparencia y grietas, la luz que se filtra nos revela las figuras de animales y esqueletos que se proyectan en el suelo, los visitantes y el espacio. Se representaron 72 felinos, 66 mamuts, 65 rinocerontes, 40 caballos, 25 renos, cabras, 15 osos, 10 uros y 2 bueyes – todos parecían bailar en el espacio.