El Museum der Kulturen de Basel se remonta a mediados del siglo XIX. Sustituyendo al monasterio agustino del Münsterhügel, el edificio clasicista del arquitecto Melchior Berri se inauguró en 1849. Fue en 1917, cuando se añadió una ampliación realizada por los arquitectos Vischer & Söhne para finalmente, en 2001 proyectarse una segunda ampliación a cargo de Herzog & de Meuron que incluiría una entrada especial para el Museo y una nueva cubierta bajo la que se encontraría otra sala de exposiciones.
Compuesta por pliegues irregulares revestida de piezas de cerámica, la cubierta diseñada resuena con el paisaje de los tejados medievales del casco antiguo de la ciudad, al tiempo que funciona como un claro signo de renovación. La estructura de acero de la cubierta plegada permite una galería sin columnas, consiguiendo un espacio expresivo que forma un sorprendente contraste con las tranquilas galerías en ángulo recto de las plantas inferiores.
Por otro lado, el patio interior, resultado de retazos de edificios medievales, se ha convertido en la nueva entrada consiguiendo ser una extensión de la Münsterplatz. Para ello, parte del espacio interior se rebajó para crear una suave escalinata que condujese conduce al interior del Museo.
La impresión de peso e introversión del edificio, que en un principio ocultaba su valioso contenido, se ve reforzada por las fachadas, muchas de cuyas ventanas se han cerrado. Las plantas colgantes y las vides trepadoras que cuelgan del alero del tejado en voladizo sobre la nueva galería gracias a una estructura de acero en espiral, confieren al patio una atmósfera distintiva que, en junto con el tejado, dan al Museo una nueva identidad. De este modo, el patio del Museum der Kulturen ha llegado a convertirse tras el paso del tiempo en un lugar de encuentro social para todo tipo de actividades y celebraciones.