En su historia el judaísmo nunca ha desarrollado una fuerte tradición de construcción. Tampoco ha proyectado nuevos estilos arquitectónicos que, como en otras religiones, intenten traducir ciertos valores y credos al espacio construido. En cambio, las escrituras podrían ser vistas como un sustituto de la producción espacial en el judaísmo: las cualidades de la escritura, así como el concepto del Talmud (que encontró su lugar central de aprendizaje en la ciudad de Maguncia) como noción de espacio, constituyen los principales temas de diseño del edificio para el centro comunitario judío de Maguncia. De hecho, קדושה (Qadushah) es la palabra hebrea para bendecir cuyos cinco caracteres de manera abstracta dan forma a la silueta del edificio.
Se trata de hacer especial lo que el edificio, en su uso cotidiano, debe tener en cuenta. Así, para integrar el centro de la comunidad judía en el barrio residencial de «Mainzer Neustadt», que data de finales del siglo XIX, se utiliza como concepto urbano el «patrón de bloques perimetrales» (Blockrandbebauung) dominante en la zona. El volumen del edificio se sitúa paralelo a las calles y sus fachadas están alineadas con los edificios vecinos existentes, creando así un espacio urbano contenido. El uso de la figura del patrón de bloques perimetrales del edificio, muy inusual en los edificios religiosos, también cuestiona la posición de la sacralidad dentro del contexto urbano. Orientando la parte del edificio que alberga la sinagoga hacia el este se crean dos plazas o patios: una plaza pública frente a la entrada principal que ofrece un espacio abierto al barrio dentro de un tejido urbano densamente edificado, y un jardín interno para la comunidad que ofrece espacios para la recreación y la celebración.
A la sinagoga se accede por el vestíbulo principal. Su organización está resuelta espacialmente por un techo en forma de cuerno que orienta claramente el espacio hacia el Este, pero arrojando la luz directamente al centro del espacio, exactamente en la posición desde donde se lee la Biblia. Sus superficies interiores están revestidas con letras hebreas densamente apretadas que forman un relieve en forma de mosaico. Además, el centro comunitario judío alberga oficinas, aulas y dos apartamentos, así como el espacio polivalente de la comunidad, que representa el corazón social y cultural de la comunidad y será utilizado tanto para fines internos como para eventos públicos por y para toda la ciudad.
La fachada de cerámica esmaltada apunta a una capa diferente de escritura. Similar a un proceso de inscripción o tallado, un patrón de una superficie ondulada y tridimensional se forma con baldosas de cerámica. Este modelo se organiza de forma concéntrica alrededor de las ventanas, creando así un juego de perspectivas y dimensiones. Múltiples vistas con las ventanas como puntos de fuga emergen dentro de la fachada del edificio. Esta cualidad espacial se ve reforzada por el esmaltado verde transparente de las baldosas cerámicas, que reflejan las cambiantes condiciones de luz de su entorno y presentan una amplia gama de matices.
Comunidad Judía de Mainz
Gestión de proyecto: Mainzer Aufbaugesellschaft mbH
Diseño de la construcción: Elitsa Lacaze; Hania Michalska; Michael Scheuvens; Peter Sandmann
Diseño de concepto: Cornelia Redeker; Sven Röttger; Sonja Starke
Supervisión de obra: Klaus Dittmar Architekt
Ingeniería estructural: Arup GmbH, Düsseldorf
Planificación de fachadas cerámicas: Niels Dietrich Keramikwerkstatt
Ingeniería eléctrica: K. Dörflinger GmbH, Allendorf
Planificación acústica: Ingenieurgesellschaft für Technische Akustik, Wiesbaden
Servicios de construcción: House of Engineers, Mainz
Building Physics: IBC Ingenieurbau Consult GmbH, Mainz
Hindenburgstraße 44, 55118 Mainz, Alemania