Esta nueva galería de arte acoge la colección Garman Ryan. El objetivo del edificio es alojar esta colección de arte y, a la vez, funcionar como centro cultural y educativo. El nuevo edificio contiene una serie de salas para exposiciones temporales, además de las salas para la colección permanente, servicios educativos, sala de conferencias, librería y restaurante.

El museo forma parte de la regeneración del centro y la parte este de la ciudad, alrededor de la ramificación del canal y la esclusa, que anteriormente se usaba como muelle industrial. El nuevo edificio se organiza como una torre en la cabecera del canal, lo que le proporciona la notoriedad que le corresponde en la ciudad. La forma de torre del museo permite la creación de una serie de plantas relativamente pequeñas y próximas entre sí, con un carácter y una función definidos. Algunas plantas son majestuosas, con techos altos y la estructura de la cubierta a la vista, mientras que otras son más íntimas, con techos bajos y paredes de madera y yeso. La diversidad de servicios se refleja en una gama de ambientes inusualmente amplia en un edificio público, que evoca la agradable generosidad de una gran mansión.

La colección Garman Ryan está integrada por obras de pequeño formato, figurativas e íntimas, por lo que la organización espacial del museo surgió inicialmente como un intento de acomodarlas en salas que tuvieran una escala doméstica. Las salas alojan la colección permanente y se unen alrededor de un vestíbulo central en la primera y segunda plantas. Todos los espacios disponen de ventanas, lo que permite a los visitantes divisar la ciudad desde el ambiente íntimo de las dependencias del museo: salas de exposición, salas de reunión, espacios para descansar y trabajar.

Los artistas Richard Wentworth y Catherine Yass llevaron a cabo el diseño de los espacios públicos alrededor del museo y el canal. La plaza pública es una plaza interior-exterior que rodea a la torre, cuya prominente estructura se ve desde las ventanas inferiores y cuyas franjas miden la distancia hacia el horizonte a lo largo del canal. El nuevo museo de arte de Walsall está compuesto por una estructura de hormigón in situ cuyas paredes forman la estructura primaria y definen los principales espacios exteriores del edificio. 

Pieza cerámica. El volumen de la torre se envuelve con una piel exterior impermeable, un manto toscamente texturado de baldosas de terracota de color claro con una sutil variación de color natural. Aunque el uso de un revestimiento de arcilla alude al ladrillo y la terracota característicos de los edificios industriales y públicos de la región de Midlands, la superficie del edificio es frágil y delgada, envolviendo y disfrazando la complejidad del interior como las plumas de un pájaro. El diseño disperso de las ventanas enrasadas y de las baldosas superpuestas pretende proporcionar al edificio una superficie de decoración detallada como el de la arquitectura aún existente de los edificios públicos victorianos.

Las baldosas, cuya escala se va reduciendo hacia la parte alta del edificio, poseen la misma proporción vertical, haciendo que las juntas verticales vayan cambiando para adecuarse a la posición de las ventanas determinadas desde el interior. El margen inferior doblado de las baldosas y las esquinas del edificio dejan a la vista los 30 mm de grosor de las piezas moldeadas de terracota. La profundidad de 600 mm de la pared exterior queda interrumpida por las ventanas, provistas de un marco de acero inoxidable soldado. El exterior del armazón está revestido de acero inoxidable de fundición y cristal estructural enrasado. El revestimiento de las ventanas refuerza la impresión del acero inoxidable como una capa que se extiende por debajo del manto de terracota del edificio.