El parque Diagonal Mar tiene un tamaño comparable a los grandes jardines de Barcelona. Además, su diseño y localización hacen que esta dimensión se amplíe debido a su conexión con la avenida Diagonal, Taulat y sobre todo por su vínculo directo con la playa, favoreciendo desde el proyecto su relación con la ciudad. El parque principal, una especie de Rambla, conecta directamente el cruce de la Diagonal con la playa próxima, cruzando el Cinturón Litoral a través de un puente peatonal que, a su vez, como el resto de caminos que cruzan el parque, se van transformando en una serie de pistas de juego para patinar, ir en bicicleta, pasear, etc.

El paseo principal sigue el borde de un gran lago que quizá, junto con la superficie arbolada, son los encargados de dar carácter al parque. Es una gran superficie de agua en la que distintas fuentes, un salto de agua y la vegetación de los bordes permiten oxigenar el agua generando un lugar de recreo con pequeños barcos, juegos de agua, etc. La presencia del agua caracteriza la vegetación de la zona que, de un modo resumido, se desarrolla siguiendo el carácter de marismas cerca del mar y del lago, para ir creciendo en altura y en densidad hasta llegar a las calles colindantes. La vegetación y los caminos llegan a los bordes del parque a través de pequeñas plazas, donde una serie de grandes vasos de cerámica se unen con la vegetación existente en algo parecido a un jardín de una casa…. bancos, pérgolas, bar…

Pieza cerámica. Las grandes jardineras se revisten con diversos tipos de piezas cerámicas de gres. Por un lado, se utiliza una colorida serie de elementos con volumen, de geometría irregular, conformados por prensado plástico y decorados mediante técnica serigráfica según un patrón no uniforme; se fabrican en dos modelos y cinco tamaños diferentes cada uno de ellos, ofreciendo una enorme variedad de formatos que, sumada a los múltiples patrones de colocación, posibilitan una enorme diversidad formal. Por otro lado, pequeños fragmentos de piezas planas de gres esmaltado en color blanco completan los espacios libres existentes entre los elementos con volumen siguiendo la técnica del trencadís.

Premios Cerámica ASCER 2003. Primer premio categoría Arquitectura