La nueva academia de L’Oréal se encuentra ubicada en una zona muy importante de la ciudad de Barcelona, en calle Córcega 302, situada entre el Paseo de Gracia y la Avenida Diagonal. El objetivo básico del proyecto era impactar de manera positiva a sus usuarios, a través de un sitio espectacular que proporcionase buenas sensaciones y atendiese a las necesidades funcionales y prácticas de una academia de L’Oréal. Su concepto está basado en la belleza en general y en el cabello en particular, que fueron los elementos inspiradores para la creación de un espacio  singular de 1.100 m² repartidos en planta baja y planta primera. La planta baja alberga un programa de carácter público con las aulas de formación y la primera planta un programa que incluye las oficinas y la zona de cuidado de la piel.

El punto de partida fue desarrollar diversos collages que ilustrasen la historia de L’Oréal a lo largo de sus cien años de existencia. Los collages estaban formados por imágenes y fragmentos de cabellos, tijeras, mujeres, que trataban de revelar cómo es la formación y las aspiraciones del universo de la peluquería. Impactar e incitar al visitante desde el espacio público fue posible a través de la puerta principal de cristal que contiene luz de LED’s que modifican su color. Una vez dentro de la academia nos encontramos con líneas sinuosas que recuerdan las ondas del cabello, con colores predominantes como el blanco y el gris suave, que aportan máxima luz y una superficie neutra para potenciar y destacar los peinados y colores de los tintes. En la zona de recepción y la barra del bar, destaca un gran dibujo en la pared ejecutado a mano y poco a poco se va descubriendo el espacio a través de líneas curvas y orgánicas que nos conducen a una gran sala muy dinámica, pensada para diferentes usos como: aulas de formación, performance, presentación de productos, etc. 

Debido a la necesidad de almacenar diversos productos, las paredes de la academia esconden armarios y nichos en su interior. El mobiliario fue exclusivamente pensado y dibujado para una escuela de formación profesional, donde todos los espacios se caracterizan por ser abiertos y flexibles. Uno de los puntos fuertes del proyecto es la iluminación que aparece de dos formas diferentes: una luz indirecta blanca, que permite ver con claridad los colores y unas luces puntuales que aportan calidez a los espacios quedando suspendidas como elementos escultóricos. Las lámparas de ratán fueron creadas de manera artesanal, donde el cabello ha sido la principal inspiración.

Pieza cerámica. Debe ser resaltado el suelo cerámico, muy característico de la ciudad de Barcelona y del modernismo catalán. Las piezas cerámicas fueron elegidas por ser un material aséptico y por resistir la abrasión de los productos químicos utilizados en la academia. El modulo básico, está inspirado en una gota que cae al suelo. Partiendo de tres tonos se combinan las piezas y se crean hasta siete variaciones que permiten dibujar rostros, cabellos, manos y tijeras. 

La academia de L’Oreal de Barcelona ha alcanzado el equilibrio entre la estética, el funcionalismo, la tecnología de última generación y el respecto por el lugar, muy característico del diseño vanguardista del estudio Miralles Tagliabue EMBT.     

Premios Cerámica ASCER 2013. Finalista categoría Interiorismo